La nutria gigante ha sido perseguida en el pasado por el valor de su piel; en la actualidad se caza como trofeo debido a su rareza. Sus poblaciones han sido diezmadas tanto por la caza excesiva para el comercio de piel como por la eliminación de individuos que compiten con la población local por los peces. La carne suele ser consumida por indígenas y locales.